Las Minas de Lapis Specularis también son conocidas como Cueva de Sanabrio y son unas de las minas romanas que hay en la Península Ibérica, siendo las más conocidas Las Medulas. Pertenecen al municipio de Huete en la provincia de Cuenca. Nosotros no tuvimos la información necesaria y nos presentamos allí directamente, sin cita previa. Pudimos entrar porque justo se estaba realizando un tour guiado en ese momento y se encontraban las puertas abiertas, de lo contrario, no hubiera sido posible lamentablemente.
Historia de la Cueva de Sanabrio
La mina fue descubierta por los romanos, muy cerca de la ciudad de Segóbriga. En ella se encontraba el mejor Lapis Specularis de todo el Imperio Romano, según Plinio el Viejo en el siglo I d.C. Esto hizo que la zona se llenase de esplendor y riqueza siendo el motor económico de toda la región durante un siglo y medio. Y es que este mineral se localizaba en muy pocos lugares de Europa, ya que se exporta por todo el Mediterráneo.
Como hemos dicho, estas minas tienen también el nombre de Cueva de Sanabrio. Su nombre hace referencia a la leyenda que habla sobre el ‘sanabrio’ , un animal con mucho pelo, cuernos retorcidos y unas garras tremendamente largas y afiladas, es decir, un demonio. También, esta leyenda servía con el fin de ahuyentar a los niños para que no merodearan cerca de la zona por el miedo a que se produjeran derrumbamientos.
Cómo visitar la Cueva de Sanabrio
El horario de visitas es los sábados a las 12.30 – 13.00 – 13.30 y de 17.00 – 17.30 – 18.00. Domingos a las 12.30 – 13.00 – 13.30. El precio es de algo más de 3 € y en él se incluye la entrada, el recorrido y también el material para recorrerla como casco y linternas. Puedes contratar tu visita desde Cuenqueando y disfrutar de una visita guiada a las minas romanas. Consulta más información en el 969371326 o por email: turismo@huete.org
Qué ver en la Cueva de Sanabrio
Aquí vas a poder encontrarte con el material lapis specularis, es decir, yeso cristalizado, el cual era usado por los romanos como cristal para sus ventanas. Como hemos dicho, era exportada a todos los rincones del imperio romano.
En ella nos vamos a poder meter en diferentes túneles en los que quedan restos de este material en el techo, dando sensación de estalactitas.
A día de hoy aún podemos ver algunos restos que quedan en las paredes, pero sobre todo, en los alrededores de la cueva.
Cerca de aquí podemos ver otras ciudades como Buendía y su ‘Ruta de las caras’, Cuenca, La Ciudad Encantada y Tarancón.