La impresionante Gljufrafoss se encuentra muy cerca de Seljalandfoss otro de los lugares más visitados de Islandia y, por lo tanto, no puede faltar en tu ruta por la isla.
Cómo llegar hasta Gljufrafoss
Cuando salimos de Seljalandfoss aprovecharemos el sendero que nos lleva hasta Gljufrafoss. Una vez aquí, tenemos que pararnos y buscar un hueco en la roca. Normalmente, suele haber gente esperando, por lo que no tiene perdida. Ahora nos prepararemos para ir saltando de piedra en piedra, las cuales están mojadas por un pequeño riachuelo que nace de la cascada. Esto conlleva un alto riesgo de caerte y mojarte con agua helada. Una vez superada la prueba, estamos ante una pequeña, pero llamativa cascada en la que todo el mundo hace cola para subirse a la roca y fotografiarse mientras el agua nos empapa.
Características de Gljufrafoss
Gljufrafoss, más que una cascada, es una experiencia. Al adentrarnos en la roca vamos a sentir como el agua cae y comienza a inundarlo todo. Por lo tanto, es algo que tienes que vivir una vez en la vida. Por eso te recomendamos que madrugues para que encuentres el lugar lo menos concurrido posible, ya que como hemos comentado, el camino de entrada y salida no es nada sencillo y mucho menos si está masificado.
Consejo fotográfico
Llévate algo para resguardar tu cámara ya que seguramente acabes mojándome pues la cascada cae directamente encima de ti. Eso sí es una de las fotos más bonitas llevarte de recuerdo de este fantástico país. Si quieres hacer largas exposiciones, carga con un trípode.
Si disfrutaste de esta pequeña maravilla lo harás mucho más muchísimas más con otras grandes cascadas en el sur de Islandia como Skógafoss. La pequeña pro enigmática Öxarárfoss. Y sin duda alguna la que te impactara por encima de todo, Gullfoss.