El Museo Nacional del Bardo está ubicado en la ciudad de Túnez, a las afueras de la ciudad, en el barrio del Bardo. Es uno de los museos más grandes del mediterráneo, con una gran cantidad de piezas de todas culturas de Túnez provenientes de excavaciones en Cartago, Útica, Hadrumetum o Dougga. Puedes realizar una visita guiada para obtener mucha más información de las piezas que en él encontramos.
Historia del Museo del Bardo
Este es parte del Palacio del Bardo y está formado por un conjunto de varios edificios construidos durante el siglo XV. Según fuentes, este se construyó siguiendo la estructura de los palacios de la Andalucía Musulmana con mezclas de influencias asiáticas y europeas.
Como museo nació en 1882, siendo uno de los primeros del norte de África junto con el de El Cairo. Mohamed Yacoub lo llamó “un monumento muy representativo de lujo y refinamiento que ha conocido la arquitectura tunecina durante el período de los Beyes”. Comenzó a funcionar en 1885, aunque su apertura llegaría en 1888.
En 2015 este fue víctima de un ataque terrorista por parte de Estado Islámico en el cual murieron veintidós personas de diferentes nacionalidades.
Qué ver en el Museo del Bardo
El museo está lleno de grandes obras divididas en 34 salas colocadas a su vez en el suelo, paredes y techos.
Mosaicos Romanos, precristianos y cristianos
Sin duda alguna es una de las obras que más proliferan, es este museo con un espacio estimado de más de 2100 m2. Los mosaicos de este lugar suelen representar la vida cotidiana en este Túnez, mientras que los cristianos hacen referencia a la vida religiosa.
Estatuas y otras esculturas
El museo posee una gran cantidad de estatuas de mármol con representaciones de emperadores y dioses romanos.
También encontramos algunas obras griegas descubiertas sobre todo en las excavaciones del naufragio de Mahdia. En este también podemos admirar piezas como son las máscaras púnicas
Arte Islámico
Sus colecciones se dividen en dos, las medievales y las etnográficas de artes tradicionales de los últimos dos o tres siglos de Túnez, como el destacado Corán Azul de Kairuán del siglo XI.