Al sureste del país se encuentra la Diamond Beach en Islandia, que es una de esas paradas que tienes que hacer obligatoriamente en tu ruta por la isla. Uno de esos tesoros en Islandia que merece la pena ver junto con la laguna glaciar Jökulsárlón, ya que ambas están muy cerca. Y si es al atardecer, como fue nuestro caso, mucho mejor.
Características y formación de la Diamond beach
Cuando dejamos el coche en el parking y andamos un poco nos encontramos con una gran extensión de arenas negras de origen volcánico. Esta se mezcla con los grandes bloques de hielo en la orilla, de ahí el fantástico y acertado nombre.
De dónde vienen los bloques de hielo
Los grandes bloques de hielo son mucho más grandes en invierno que en la temporada alta de verano otoño. Estos viajan a través de la laguna Jökulsárlón hasta desembocar en el mar. Las frías aguas del mar empujan los bloques hasta la playa, los cuales quedan atrapados en la orilla, donde son pulidos y erosionados por las olas, dando origen a multitud de formas y colores.
Dependiendo de la hora que realices tu visita, los bloques de hielos tendrán diferentes tonos, reflejos y matices. Con un poco de suerte podrás ver focas en las aguas, no fue nuestro caso.
Consejo fotográfico
Carga tu trípode para poder hacer grandes exposiciones. Si vas al atardecer podrás jugar con bonitos reflejos e incluso coger algunos bloques pequeños para colocarlos a tu gusto y fotografiarlos. Súbete a uno de estos trozos de hielo y dispara a ras del mar para que quede plasmado como el agua moja los grandes bloques. ¡Pero con cuidado de no mojarte tú y tu equipo!
Si has disfrutado con esta playa, te recomendamos que visites otras de arena negra volcánica como Kirkjfjara, Rynisfjara y Rynesdragar. Si lo prefieres puedes seguir tu camino, dar un paseo en barca por Jökulsárlón o seguir tu camino y visitar algunos pueblos como el bonito Höfn.