La Estación de Metro de Chamberí es uno de esos lugares fantasmagóricos que muchos hemos soñado. Y es que cuando viajamos en la Línea 1 del metro de Madrid y pasamos entre las estaciones de Bilbao e Iglesia, de repente en mitad del camino, aparece una estación lúgubremente alumbrada donde él no para y de repente todo ha sido un espejismo.
Pues bien, en la actualidad esta estación es un museo que ha quedado anclado en el tiempo, como si estuviésemos en la serie El Ministerio del Tiempo. En él nos vamos a encontrar todos los elementos de la época, como los precios y tarifas por viaje, así como la publicidad en la pared.
¿Cómo visitar la estación fantasma de Chamberí?
Para poder visitar esta estación solo vamos a tener que sacar las entradas por internet. Pero esto no es tan sencillo como entrar y comprarlas. Pues únicamente se ponen a la venta la última semana de cada mes.
Si te has quedado sin entrada, te damos una solución, aunque no podemos asegurar que vaya a pasar. Como o se pueden descambiar ni devolver, normalmente hay gente que falla, por lo que te recomendamos que vayas cada hora de entrada (que suele ser cada media hora cada visita) y esperes en la cola de «sin tiquetes». Una vez aquí, si llegada la hora y pasado cinco minutos no estás en la puerta, podrás pasar si falta alguien.
Por último, hay otra manera de visitar la estación, y es mediante un juego inmersivo de la web Fever, llamado Murder Mystery en el que te pondrás en la piel de un investigador y tendrás que resolver un misterio fantasmal en 90 minutos. Este tiene un precio de 22 € o 18 si vamos en grupo de 5 personas.
Historia de la Estación de Metro de Chamberí
Esta estación fue diseñada por el arquitecto Antonio Palacio e inaugurada en el año 1919. Era una de las 8 estaciones que componían el metro en aquel momento. Esta incorporó luz natural para que muchos pasajeros perdiesen el miedo al transporte subterráneo. Durante la Guerra civil fue utilizada como refugio y almacén improvisado para resguardarse de los ataques aéreos.
A medida que el metro era usado por más personas en los años 60, se decidió alarga las estaciones para meter más vagones. De esta forma, los andenes pasarían de medir 60 metros a 90 metros, lo que sería un problema, pues si se ampliaban todas las estaciones habría un problema de proximidad con las de Bilbao e Iglesia. Por lo tanto, el Ministerio de Obras Públicas tomo la drástica decisión de cerrarla en mayo de 1966.
La estación permanecería cerrada durante más de 40 años. Los accesos se tapiaron y todo lo que allí dentro había se abandonó, lo que con el tiempo permitió la conservación de los objetos tales como la publicidad o las instalaciones. Esta volvería ala palestra en 1998 cuando apareció en la película Barrio de Fernando León de Aranoa. Su historia nos muestra esta estación como refugio de indigentes y vagabundos, aumentando así las leyendas de fantasmas en la estación. En 2006 comenzarían las obras de restauración para convertirse en museo y en el 2008 esta finalmente se inauguraría.
Leyendas de la Estación de Metro de Chamberí
Como la mayoría de suburbanos, este está lleno de leyendas fantasmagóricas. La más conocida es la de la de una niña pequeña en los años 50, descubriría la relación sería empujada a las vías del tren por un cura y una monja para guardar su relación en secreto muy al estilo Juego de Tornos. Desde que entones la niña se aparece cada día el año de su muerte.
Otros dicen que era Alfonso XIII el cual había sentido algo muy fuerte por una monja en los años 30. Pero bien es cierto que este andaba fuera de España, pues este no era muy bien recibido. Y otros dicen que la señora estaba vinculada con la el jefe de la estación del momento.
En definitiva, una visita que merecerá mucho la pena, tanto por el contenido histórico como por lo que allí veremos.
