Castillo de Edimburgo es el lugar que corona la ciudad escocesa por excelencia, siendo la atracción turística más visitada de Escocia. A lo largo de su historia ha ejercido de residencia, cárcel o simplemente fuerte. Aquí dejamos un enlace para que puedas consultar los horarios además de comprar las entradas. En nuestro caso lo visitamos con el Scotland Explorer Pass. No te puedes perder la fortaleza que ha sido más veces asediadas de toda Escocia. También podéis realizar un tour guiado.
Historia del Castillo de Edimburgo
Al parecer, la zona donde está el actual castillo de Edimburgo estuvo ocupada según algunas excavaciones de 1900 desde la Edad de Bronce y la Edad de Hierro, es decir, desde el siglo IX a. C. al VI a. C. Siendo al parecer el lugar más antiguo de Escocia que está habitado, pero no es seguro. Incluso sus habitantes comerciaban con los romanos. También vemos algunas referencias a la zona en algunos poemas galeses tras la caída del imperio romano.
Lo que, si es seguro que este comenzó a edificarse en el siglo XII en honor a la reina Margarita de Escocia y su hijo David, quien celebró en la primera asamblea de nobles en el castillo. No tenemos muchos restos de esta época, por lo que se cree que este era gran parte de madera. Aunque con el tiempo, como la mayoría de construcciones, fue ampliado.
Y por supuesto ha sufrido asedios sobre todo durante las Guerras de la Independencia, intercambiándose de manos en muchas ocasiones, siendo protagonista Robert the Bruce, el verdadero Braveheart, en 1314, arrebatándoselo a los ingleses. En el siglo XVIII los seguidores de la Casa de Estuardo no conseguirían hacerse con el castillo en el primer levantamiento jacobita. Si quieres saber más sobre su historia, pues pincha aquí.
Qué ver en el Castillo de Edimburgo
Es un bastante grande por lo que vamos a necesitar una mañana entera para verlo por completo.
Explanada de la entrada
Es el primer lugar que vas a pisar antes de pasar por las puertas del castillo y donde tendrás que mostrar tu entrada. Conecta con la Royal Mile, la principal calle de la parte antigua de Edimburgo, y como lo visitamos en verano estaba lleno de gradas porque como cada verano se celebra el desfile militar conocido como Military Tattoo. En este lugar, entre el siglo XVI y el XVIII, se quemaron a más de doscientas personas acusadas de brujería.
Estatuas de Robert the Bruce y William Wallace
La entrada está compuesta por la puerta del siglo XVI conocida como Portcullis Gate. Encima encontramos la torre de Argyll llamada así porque fue donde estuvo prisionero el conde de Argyll antes de morir ejecutado. A los lados nos encontramos con dos estatuas de los mayores héroes escoceses Robert the Bruce y de William Wallace.
Panorámica de la New Town
Una vez entramos por la puerta nos vamos a encontrar con las almenas donde están dispuestos una gran batería de cañones conocidos como Argyle y Mills Mount. Desde aquí tenemos unas impresionantes vistas de la New Town.
Cañón de la una en puto.
En la anterior batería de cañones nos encontramos con el moderno One O’Clock Gun. Este se llama así porque cada día a las 13:00, excepto el domingo, dispara y se lleva haciendo desde 1861. En un principio esto era para indicar la hora a los marineros y que la gente pudiese sincronizar los relojes.
Cañón Mons Meg
Este es una enorme arma de asedio del siglo XV y uno de los cañones medievales más grandes jamás forjados. Este muestra el potencial de fuego que poseía la fortaleza durante el reinado de Jacobo II de Escocia.
Capilla de Santa Margarita
La capilla de Santa Margarita es el edificio más antiguo del castillo y de Edimburgo. Fue construida por David I en honor a su madre, la reina santa, muerta en 1093.
Los Honores de Escocia
Así es como son conocidas las Joyas de la Corona de Escocia, compuestas por la Corona, la Espada del Estado y el Cetro. También podemos apreciar en esta exposición la Piedra del Destino, lugar donde se coronaban los antiguos reyes escoceses. Esta fue robada por Eduardo I de Inglaterra en el siglo XIII y estuvo expuesta en Londres y no fue hasta 1996 cuando volvió a Escocia. Esta se encuentran dentro del Palacio Real donde vivieron los reyes y reinas de Escocia a desde el siglo XVI. En él tuvo lugar la muerte de la reina María de Guisa en 1560 y el nacimiento de Jacobo VI e incluso podemos visitar la habitación donde este nació. Lamentablemente en esta zona está prohibido hacer fotos.
Gran Salón
Esta zona del castillo se finalizó en 1511 para celebrar la boda de Jacobo IV. Más tarde se utilizaría para celebrar banquetes y otros eventos. Destaca por su sencillo, pero espectacular techo de madera.
Cementero de perros
No se puede acceder a él, pero es visible asomándote. Este es de los pocos cementerios de mascotas del país. Fue creado a mediados del siglo XIX para los perros del gobernador del castillo y los oficiales del ejército
Otros lugares que podemos ver son las prisiones donde malvivían los presos hacinados en los sótanos, el National War Museum homenaje a los caídos en las dos Guerras Mundiales. También podemos ver el Regimental Museum dedicado a los Royal Scots Dragoon Guards y el Royal Scots Museum. También la The Queen’s Embroideries un conjunto de réplicas bordadas de la reina María Estuardo. Otra exposición que podemos visitar es la de Fight for the Castle en la Argyle Tower es una exposición inmersiva que hace un repaso de la dramática historia del castillo durante las Guerras de la Independencia.
Fantasma y leyendas del Castillo de Edimburgo
Como la mayoría de los lugares de Edimburgo, este también cuenta con sus leyendas fantasmales, como es el caso de la dama gris, es el espectro de Lady Janet Douglas, una noble del siglo XVI que se aparece en el castillo, ya que fue quemada acusada de brujería en el siglo XVI y quemada delante del castillo delante de su hijo. Aunque otros dicen que esta es la María de Guisa, madre de la reina regente María, puesto que cuando murió su cadáver se mantuvo en el castillo durante meses envuelto en tela y guardado en un ataúd de plomo para palier el olor, hasta que consiguió volver a Francia.
Otros fantasmas que nos encontramos en el castillo es el hombre que huele a estiércol e intenta empujar a los visitantes del castillo por las almenas del castillo. Según cuenta la historia, era un preso que se metió en una carretilla de estiércol para escapar, pero con tan mala suerte de que fue despeñado por las almenas junto con los excrementos partiéndose el cuello en la caída. También podemos conocer la del gaitero sin cabeza que vaga por los túneles de la Royal Mile. Según cuenta fue mandado a inspeccionar los túneles mientras tocaba su gaita, cuando dejó de sonar bajaron y ya no estaba y a día de hoy hay quien dice que escucha la gaita. Otra es la del tamborilero decapitado que se aparece cuando el castillo está en peligro, por lo que hace mucho que no se oye d él.