Pompeya es una ciudad de la antigua Roma, muy cercana a Nápoles y a otra ciudad sepultada por la erupción del Vesubio, Herculano. Y es que bien merece una visita a esta ciudad anclada en el tiempo, ya que te dejara sin palabra, por lo que allí verás mientras contemplamos el monte Vesubio al fondo.
Historia de Pompeya
Pompeya fue una gran y prospera urbe romana hasta que en el año 79, cuando junto con Herculano fueron enterrados por la lava y la ceniza de una explosión del monte Vesubio. Durante mucho tiempo ambas fueron olvidadas hasta que en 1550 fue redescubierta, pero no excavada, esto comenzó más de un siglo más tarde y hasta el día de hoy los arqueólogos no han dejado de descubrir lo que se oculta en esta fantástica ciudad.
Qué ver en las ruinas
Pasear por las calles en ruinas de esta ciudad es todo un viaje en el tiempo. Durante el paseo podemos observar unas grandes rocas sobre la calzada que se utilizaban como pasos de peatones para no pisar la sucia calzada que siempre estaba hasta arriba de agua.
Durante toda la visita vamos a encontrar muchos lugares con habitantes de la época de fosilizados, tal y como los pilló la lava durante la erupción.
Pompeya es inmensa, nos encontramos con grandes edificios donde los habitantes hacían su vida, tales como templos por ejemplo como el de Apolo del siglo VIII o VII a. C., basílicas, el foro o las termas como la de Sabiane construidos entre el siglo IV y el III a.C. donde había zona de gimnasio, baños fríos, baños tibios y por último baños calientes, además también de contar con letrinas.
También podemos ver casas lujosas decoradas con preciosos frescos y mosaicos como por ejemplo la Casa del Poeta Trágico, la villa de los Misterios, Casa del Fauno donde nos encontramos en un patio con la preciosa estatua del Satiro, la Casa de Menandro o la Casa de Octavius Quartio con amplios jardines
El granero del foro se conserva a la perfección con un montón de vasijas e incluso algunos cuerpos. Como hemos dicho antes, fueron carbonizados y cuando se encontraron estaban en la misma posición que cuando los cubrió la lava.
Como no hay grandes edificios que eran utilizados para divertirse, como el teatro grande construido en el siglo II a. C. con capacidad para 5000 espectadores y el teatro grande en el que entraban 1000 personas. Como en toda grande ciudad había un anfiteatro edificado en el 70 a. C. siendo el más antiguo de la civilización romana, más incluso que el Coliseo o el de Mérida. Tenía una capacidad para 20.000 espectadores donde como en todos se realizaban lucha de gladiadores. Por último, también podemos visitar el edificio descubierto en el siglo XIX de lupanar.
En definitiva, una visita que te encantara si disfrutas del mundo romano tanto como nosotros.
