Sidi Bou Said cuya traducción literal es «Mi señor padre del feliz» es un precioso pueblo de la costa de tunecina situado a tan solo 20 kilómetros de la ciudad de Túnez. Para conocer mucho mejor la zona lo mejor es contratar una excursión.
Este destaca por estar todo pintado de blanco y azul con una gran similitud con otras ciudades árabes como Chauen o Tetuán o las islas griegas de Santorini o Mikonos o los pueblos andaluces de Frigiliana, Vejer de la Frontera o la zona alta de Campo de Criptana.
Características de este pueblo
Como hemos dicho, este destaca por sus casas blancas con ciertos toques azules con una arquitectura árabe-andalusí colocadas sin orden ningunas, todas dispersas una de otras. Estos mantiene así en la actualidad por decreto de 1915 en el que se les imponía a todos los habitantes pintar así las casas. Este fue obra del barón d’Erlanger, ya que cuando este enfermó lo dejó las finanzas y se desplazó a Grecia y Egipto, de ahí la influencia de este pueblo.
Qué ver en Sidi Bou Said
Lo mejor que podemos hacer es perdernos por sus calles y sus callejones observando las diferentes puertas y ventanas de color azul con diferentes formas.
Hay lugares impresionantes como el Cafe des Nattes localizado en la plaza central del pueblo con una escalinata construida en el siglo XVIII que daba acceso a una mezquita. En él podemos tomar típico el té con piñones, a comerte un delicioso buñuelo.
Otro de los puntos que te llamara la atención es el palacio Ennejma ezZahra, antigua casa del barón d’Erlanger. En la actualidad este es el Centro de las Músicas Árabes y Mediterráneas. Si te apetece también puedes darte un paseo por el puerto o tomarte algo en algunas de sus muchas terrazas mirando al mar, las cuales también tiene los toldos azules para protegernos del sol.