El Castillo de Sant’Angelo se sitúa al lado del río Tíber frente al puente del mismo nombre, muy cerca del Vaticano. Desde 2014 es un museo perteneciente al estado italiano visitado por más de 5 millones de personas al año.
Historia del Castillo de Sant’Angelo
Su construcción se inició en el año 135 hasta el 139 bajo el mandato del emperador Adriano para que fuese utilizado como mausoleo para él y parte de su familia.
Con el tiempo este se convertiría en un edificio militar para dejar un lado el culto, tanto es así que incluso se le añadiría una muralla en el año 403. Años más tardes, en 1227, se construyó un pasillo fortificado de 800 metros conocido como Passetto. Este era empleado por los Papas para huir y resguardarse en el castillo, tal y como hizo Clemente en el 1527.
Qué ver en el castillo
Actualmente, como ya hemos dicho, este funciona como museos en los que perderte entre sus diferentes salas con pinturas y esculturas, además de exposiciones de armaduras y armas.
Consejo fotográfico
Una de las mejores fotos que podemos capturar es desde el puente, frente al castillo. Toda una postal.
En esta terraza nos encontramos con una gran estatua de un ángel. Esta hace mención a que el Papa Gregorio I tuvo una visión del Arcángel San Miguel durante una epidemia en Roma en la que le decía cuando iba a ser el final de esta. Con motivo de esto se construyó esta estatua que corona el castillo.
Consejo fotográfico
Desde aquí tenemos una de las mejores capturas de la ciudad, sin duda alguna no puedes dejar pasar la ocasión de disparar unas cuantas capturas desde este lugar.
Si lo deseas puedes tomar algo en el restaurante de su parte alta, tiene mucho encanto, pues estarás en medio del pasillo con unas vistas inscribes.
No dudes en rodear el castillo y observarlo desde todos los puntos disponibles.
No es uno de los monumentos más visitados, tales como el Coliseo o el Foro Romano, pero no te lo puedes perder en tu ruta por Roma.