Este artículo es una referencia para que te guíes a la hora de moverte por Grecia y tengas claro lo que vendría a ser la ruta clásica de Grecia. Puedes añadir y quitar de camino, pero estos son los esenciales.
1er día, llegada y un poco de Atenas
Nuestro vuelo aterrizó por la tarde en la capital de Grecia. Con muchísimas ganas, y también reventados, decidimos dejar rápidamente las maletas en el hotel y ponernos rumbo a descubrir Atenas. Caminamos durante 3 kilómetros en el que nos encontramos con diferentes parques y algunas esculturas como The Runner inspirada en el corredor de la Batalla de Maratón hasta que llegamos a la plaza Sintagma.
Una vez aquí disfrutamos del parlamento griego y del Monumento al Soldado Desconocido. Tras estos dimos un paseo nocturno por barrio de Plaka y de Psiri, donde quedamos deslumbrados por el fantástico Little Kook.
Cuando íbamos de camino a casa paramos en el Mercado de las Pulgas y nos acercamos hasta la cercana Biblioteca de Adriano para ver su iluminación con la Acrópolis al fondo.
2º día, Acrópolis y más de Atenas.
El día comenzó con un tour guiado para contemplar la Acrópolis. Allí disfrutamos del majestuoso Partenón, imagen de Atenas y porque no, de toda Grecia.
Pero es en este momento cuando visitamos la acrópolis que la mayoría suele salir enamorado del Erection, el templo en el que uno de sus pórticos está sujeto por columnas con forma de mujer conocidas como cariátides.
Desde aquí tenemos unas impresionantes vistas de la ciudad e incluso podemos admirar la Colina del Areópago, la sede del Consejo de Atenas y donde se dice que Pablo el apóstol pronuncio su discurso.
El resto del día lo pasamos visitando las calles del barrio de Plaka y el de Psiri,donde paramos a comer en uno de sus muchos preciosos y modernos bares.
Por la tarde disfrutamos de otros monumentos como el Templo de Zeus, el Arco de Adriano, el Ágora Griega y el Ágora Romana. En definitiva, muchos kilómetros en una tarde.
3er día, Canal de Corinto, Micenas y Epiaduro
Nos levantamos muy temprano y nos recogió un autobús que nos llevaría a realizar nuestro tour de 4 días por la Grecia Clásica. Nuestra primera parada fue en el Canal de Corinto, un canal artificial hecho por el hombre para evitar 400 kilómetros de rodeo. Este corta el Peloponeso del resto de Grecia. Tiene unas medidas de 6,3 kilómetros de largo por 21 metros de ancho y una altura de más de 40 metros y 8 de profundidad.
Nuestra siguiente parada fue la ciudad fue la acrópolis de la antigua ciudad de Micenas un importante yacimiento arqueológico del que destaca sus murallas ciclópeas y como no las conocidísimas Puertas de los Leones.
Al salir de este nos dirigimos a la conocida tumba de Agamenón. Este es el Tesoro de Atreo, una gran tumba está excavada en la ladera de una colina con una altura interior de 13,5 m y un diámetro de 14,5 metros que fue la cúpula más grande del mundo hasta la construcción del templo de Mercurio en Bayas y el Panteón en Roma.
Tras comer una rica Musaka pusimos rumbo al Teatro de Epidauro que es el museo más icónico de todos los de Grecia y sobre todo uno de los mejores conservados, ya que se sigue utilizando en la actualidad y destaca por su gran acústica.
Este tour se puede realizar en un solo día con salida y vuelta desde Atenas. Nosotros pusimos rumbo a Olimpia para hacer noche.
4º día, Olimpia
Desayunamos en el hotel y no tardamos mucho en dirigirnos al gran parque arqueológico de Olimpia. Una vez dentro visitamos las ruinas del Templo de Zeus que albergaba una de las Siete Maravillas del Mundo como era la estatua de Zeus.
También visitamos el Templo de Hera y justamente delante de el nos encontramos con el monumento donde cada cuatro años se enciende la antorcha olímpica y comienza a recorrer el mundo.
Como no nos acercamos hasta la pista de atletismo, completamente sin gradas conservando su estado original. Como curiosidad en este lugar en los Juegos Olímpicos de 2004 se celebró el lanzamiento de peso.
Después andamos un poco para visitar el Museo de Olimpia donde vimos los frontones y metopas del Templo de Zeus, la Victoria o el Hermes con el niño Dionisio.
Al salir de este disfrutamos de un pequeño paseo por la actual ciudad de Olimpia, nada que ver con la antigua, ya que es un sitio donde comer o comprar un souvenir antes de partir para tu próximo destino.
Previamente de llegar a nuestro próximo destino pasamos por puente Río-Antirio que une el Peloponeso con la península de Grecia y es uno de los más grandes de Europa.
Por la tarde, y tras muchos kilómetros llegamos a Delfos. Nos dirigimos a nuestro hotel y rápidamente salimos a la calle para dar una vuelta por el pueblo y acercarnos hasta un desfiladero para hacer una fotografía al Mar de Olivos bañado por la luz naranja del sol.
5º día, Delfos
Amanecimos en Delfos y tras dejar el hotel nos dirigimos al yacimiento arqueológico del oráculo. Pero antes de entrar aquí pusimos rumbo al Templo de Atenea, la mítica imagen que usa todo el mundo para ilustrar la noticia, sin embargo, se encuentra a algo más de un kilómetro del resto del yacimiento.
Caminamos hasta el oráculo de Delfos y una vez dentro comenzamos a caminar entre las ruinas y disfrutar de esculturas como el tesoro de los Atenienses. Sin duda el primer gran monumento es el Templo de Apolo cuyas ruinas nos dan una ligera opinión de la magnificencia del templo.
Subiendo un poco más vamos a encontrarnos con él un antiguo teatro muy bien conservado. Toda una maravilla porque si lo contemplamos desde arriba vamos a tener una fotografía de postal con el resto de las ruinas y el valle. En ocasiones nos sentíamos como si estuviese en el Machupichu, pero quizás son cosas nuestras.
Por último, subimos hasta arriba del todo donde nos encontramos con un estadio con gradas construidas por los romanos donde se celebraban los Juegos Píticos en honor del dios Apolo.
Tras terminar nuestra visita nos dirigimos caminando hasta el cercano Museo de Delfos y en él disfrutamos de las magníficas esculturas destacando la esfinge de Nexos y sobre todo la escultura de bronce conocida como el Auriga de Delfos.
Cuando abandonamos Delfos y subíamos por el Monte Parnaso hicimos una parada en Arájova conocida en invierno por sus pistas de esquí y por sus famosas lanas y artesanías de maderas, miel y quesos. Sin duda un bonito recuerdo para llevarte de esta región.
Antes de llegar a nuestro próximo destino para hacer noche paramos en las Termopilas, donde tuvo lugar la famosa batalla de los 300 espartanos. Actualmente está muy cambiado a lo que era hace cientos de años y solo queda una estatua en honor del rey espartano Leónidas junto con algunas otras para recordar a los soldados caídos.
Esto se puede realizar en una excursión de solo un día desde Atenas.
6º día, Meteora
Este día despertamos muy cerca de la ciudad de Kalambaka donde nos dispusimos a visitar dos de los 6 monasterios de Meteora que quedan en esta zona formada a lo largo de millones de años.
Pero si hay algo que nos llama la atención es la colocación de los monasterios ubicados encima de las gigantescas rocas, uno de ello por encima de los 600 metros. Sin duda alguna toda una proeza del ser humano.
Tras un largo camino de vuelta hicimos noche en el hotel de Atenas.
7º día, Crucero Hidra, Poros y Egina
Este último día en Grecia queríamos ver algo de mar y la noche anterior reservamos un crucero por las islas del golfo Salónico Hidra, Poros y Egina. Hidra fue la primera parada y la que está más lejos de todas, ya que estuvimos tres horas en el barco. Esta tiene un encanto especial no solo por sus construcciones que nos recuerdan a lugares como la Costa Amalfitana sino porque en sus calles no hay ningún vehículo a motor y solo podemos movernos en burros o caballos.
Aunque la siguiente parada era Poros, no pudimos hacerlo porque el barco tenía algunos problemillas y fuimos directamente hasta Egina. Esta preciosa isla tiene una ciudad principal con la que comparte nombre en la que no dudamos en perdernos en sus calles. Además, recomendamos que si vas con tiempo no dudes en perderte las ruinas de algunos templos clásicos. Si algo destaca de esta isla es la producción de pistachos con denominación de origen.
Por último, nos dispusimos a descansar porque nuestro vuelo salía al día siguiente muy temprano dejando atrás Grecia con muchísima pena.