La visita al templo de Edfu es una parada obligatoria de los cruceros por el Nilo. Ubicado en la orilla occidental del río conocido en la época grecorromana, como Apolinópolis Magna. Dedicado al dios Horus, es el segundo templo más grande de Egipto, después de Karnak . Este es el mejor conservado de todo Egipto. Para disfrutar de él, a orillas del lugar donde aparca el crucero, cogeremos una calesa para llegar hasta él. Si no lo tienes en tu paquete, hay otras muchas formas de contratar la visita junto al templo de Kom Ombo.
Historia del Templo de Edfu
Data del 237 a.C. durante el periodo helenístico tras la conquista de Alejandro Magno. Su construcción se produjo bajo el mandato de Ptolomeo II que aunque eran griegos, conservaron el estilo arquitectónico y las tradiciones egipcias. Se finalizaría en el 57 a.C. con el mandato de Ptolomeo XII, y se edificaría sobre un templo mucho más pequeño, también dedicado a Horus.
El templo sería abandonado el 391 d.C., ya que se prohibirán toda religión que no fuese la cristiana. Estos atacaron el templo para acabar con las representaciones, como vemos con algunos relieves borrados, y marcas de fuego en el techo. Pero a pesar de esto, se conservó a la perfección, gracias a que permaneció enterrado a más de 12 metros bajo tierra, quedando solo visible cada una de las partes más altas.
En el año 1860, comenzaron los trabajos para desenterrarlo por parte del egiptólogo francés Auguste Mariette aunque a su alrededor se habían construido casas.
Partes más destacadas del templo de Edfu
Ya hemos comentado que es uno de los templos mejor conservado de todo Egipto, por no decir el mejor.
Portada del templo de Edfu
Lo primero con lo que nos vamos a topar es con el primer gran piono. La portada con dos torres construidas en 4 pisos de 37 metros de alto. Estas se comunicaban por unas escaleras de 145 escalones. Decoradas con imágenes de Ptolomeo XII en la que se muestra el sacrificio de algunos prisioneros ante Horus y Hathor.
Sala hipetra del templo
Tras pasar el primer pilono, nos encontramos con esta explanada con grandes columnas a ambos lados, al igual que la puerta que está frente a nosotros. Las paredes están decoradas con relieves.
Salas hipóstilas del templo
Ambas salas tienen una gran cantidad de columnas. Tienen salidas a otras estancias como la Cámara de Consagraciones, donde se vestía el sacerdote para las celebraciones; la biblioteca, el laboratorio donde vemos tallado en las paredes las fórmulas de los ungüentos.
En ambas, si miramos al techo, podemos observar restos de pinturas. Pero lo que más no llama la atención, son los restos de humo que aún perduran de cuando el templo fue atacado por los cristianos.
Santuario de Horus
Al final del templo, encontramos la parte más sagrada del templo, que se encuentra rodeado de varias capillas. En él, podemos observar la mesa de ofrendas, y la impresionante barca ceremonial de Horus.
Consejo fotográfico
Siempre está abarrotado de gente. Ten paciencia. Quédate de los últimos en tu grupo mientras tu guía explica, y antes de que entre el siguiente grupo, aprovecha y dispara las salas vacías.
Una de las mejores cosas que podemos hacer es disfrutar de los rincones más ocultos del templo, como las salas cercanas a las capillas, y descubrir lugares más recónditos menos visitados.
Tras volver al barco en calesa, puedes retomar tu viaje seguramente con destinos como Kom ombo para finalizar el río en Aswan. No obstante, si vais subiendo, pronto llegaréis para disfrutar de Luxor y sus increíbles maravillas.