La Mezquita de Muhammad Alí, más conocida popularmente como Mezquita de Alabastro por el material, con el que se revistió sus paredes. Es uno de los edificios de El Cairo que no puedes dejar de visitar, ya que te impresionará, tanto o más que las pirámides. Se encuentra en lo alto de la Ciudadela de Saladino, y es visible desde casi toda la ciudad. Si vas por agencia suele ir dentro del pack básico en la visita que se hace para conocer la otra parte de El Cairo.
Historia de la Mezquita de Muhammad Alí
Construida por el gobernador Muhammad Ali en memoria de su hijo mayor en 1816. Las obras comenzaron en la primera mitad del siglo XIX entre los años 1830 y 1848 (completada en el 1857) siguiendo el modelo de otras mezquitas musulmanas. En su origen, fue la mezquita más grande en la primera mitad del siglo XIX.
Su ubicación no es casual al encontrarse en lo alto de la Ciudadela de Saladino, la cual se construyó en lo alto del monte Mugatam para proteger la ciudad de los ataques en las cruzadas. Pasado el tiempo, en 1899 el edificio comenzó a deteriorarse debido a la aparición de algunas grietas. Esto empeoró, y el rey Fuad I, mandó restaurarla en 1931, siendo acabada en 1939, ya bajo el reinado de Faruq.
Qué ver en la Mezquita de Muhammad Alí
Os mostramos algunas de las partes más importantes de la mezquita donde poder quedar deslumbrado por su belleza, olvidarnos del cuidado de su arquitectura.
Los Minaretes
Cuenta con dos grandes minaretes de estilo otomano. En la noche, podemos apreciar como dos faros que nos indican dónde se encuentran al verlos completamente iluminados.
Patio de las abluciones
Con unas dimensiones de 54 metros de longitud por 53 metros de ancho, es una de las zonas más llamativas de la mezquita por sus bonitas arquerías. En el centro de esta, se encuentra la fuente de las abluciones para la purificación.
También, podemos ver el reloj que le regaló Luis Felipe de Francia como agradecimiento por el obelisco del Templo de Luxor, que hoy luce en la Plaza de la Concordia de París, y que al parecer no ha funcionado nunca. Antiguamente, también se encuentra la tumba del fundador de la mezquita, Muhammad Ali.
Sala de oración
Esta sala decorada con mosaicos y piedras preciosas en sus bonitas cúpulas, además cuenta con gigantes lámparas capaces de iluminarte el alma.
Aquí podemos ver el púlpito o Minbar desde donde el imán lanzará sus sermones. Somos testigos del respeto y cuidado para que la alfombra no sea tocada por ninguna suela de zapato. El poder andar sobre ella descalzo consigue que en esta mezquita se respire una gran paz y tranquilidad.
Conoce el viejo Egipto visitando Luxor, o templos como el de Abu Simbel. Disfruta de un crucero por el Nilo o la experiencia de pasear por El Cairo por la noche para permitir disfrutar a tus sentidos.